Shingrix: una herramienta efectiva en la prevención del herpes zóster y sus complicaciones
Como dermatólogos y residentes, es crucial destacar herramientas efectivas que puedan marcar la diferencia en la calidad de vida de tus pacientes. Una de esas herramientas es la vacuna Shingrix, recomendada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Shingrix: una herramienta efectiva en la prevención del herpes zóster y sus complicaciones
Como dermatólogos y residentes, es crucial destacar herramientas efectivas que puedan marcar la diferencia en la calidad de vida de tus pacientes. Una de esas herramientas es la vacuna Shingrix para la herpes zóster, recomendada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El herpes zóster, una afección causada por la reactivación del virus de la varicela-zóster, la cual puede ser una experiencia dolorosa y debilitante. Es por eso que la vacuna Shingrix ha ganado prominencia en la prevención de esta enfermedad. Basada en una sólida investigación, esta vacuna ha demostrado ser altamente efectiva en la reducción del riesgo de desarrollar herpes zóster.
La administración de la vacuna Shingrix es sencilla y eficaz. Se divide en dos dosis, con un intervalo de 2 a 6 meses entre ellas. Lo destacable es que esta vacuna no solo es recomendada para quienes han experimentado el herpes zóster en el pasado, sino también para todas las personas mayores de 50 años. Es especialmente crucial para aquellos en grupos de mayor riesgo, como los mayores de 60 años y aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos. La vacuna también está indicada en aquellas personas que ya han recibido a su predecesora, Zostavax, ya que se ha demostrado proveer beneficios adicionales en inmunidad y desenlaces clínicos cuando se suma al esquema de inmunización anterior.
Los estudios clínicos han dejado claro que Shingrix es una herramienta poderosa en la lucha contra el herpes zóster. En personas mayores de 50 años, la efectividad de esta vacuna supera el 90%. Pero su impacto va más allá de la prevención del herpes zóster en sí. También se ha demostrado que Shingrix reduce significativamente el riesgo de complicaciones posteriores, incluida la neuralgia postherpética, que puede causar dolor crónico y afectar la calidad de vida.
Es fundamental entender que la seguridad y tolerabilidad de Shingrix son ejes centrales. Los efectos secundarios, en su mayoría leves y temporales, incluyen dolor en el lugar de la inyección, fatiga y dolor de cabeza. Estos efectos desaparecen en poco tiempo, dejando detrás la tranquilidad de una prevención efectiva.
La vacuna se encuentra disponible ya en México desde marzo de este año y marca una nueva etapa en la prevención y tratamiento de la debilitante enfermedad causada por herpes zoster.
Si deseas explorar más sobre la vacuna Shingrix y sus recomendaciones, te invitamos a visitar el siguiente enlace: CDC – Recomendaciones sobre Shingrix.
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