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Microbioma cutáneo y dermatosis inflamatorias: nuevos enfoques terapéuticos con probióticos de próxima generación

Microbioma cutáneo y dermatosis inflamatorias: nuevos enfoques terapéuticos con
probióticos de próxima generación

Reto Dermatología

4 de Septiembre de 2025

El microbioma cutáneo ha emergido como un factor clave en la fisiopatología de múltiples dermatosis inflamatorias como dermatitis atópica, acné y psoriasis. En 2025, la investigación clínica se orienta hacia el desarrollo de probióticos tópicos y orales capaces de modular la microbiota, restaurar la función barrera y reducir la inflamación sin generar resistencia antimicrobiana. Esta revisión explora las evidencias más recientes y su aplicación clínica potencial.

1. Microbioma cutáneo: concepto y equilibrio inmunológico

El microbioma cutáneo está compuesto por bacterias, virus, hongos y ácaros que residen en la piel humana. Se estima que en condiciones de equilibrio, este ecosistema:

  • Contribuye a la defensa inmunitaria.
  • Modula la respuesta inflamatoria local.
  • Participa en la reparación de la barrera epidérmica.

Entre los géneros más comunes destacan Staphylococcus, Cutibacterium (antes Propionibacterium), Corynebacterium y Malassezia.

Cuando este equilibrio se altera (disbiosis), pueden desencadenarse o empeorar diversas enfermedades dermatológicas.

2. Disbiosis e inflamación: conexión directa en enfermedades dermatológicas

La disbiosis cutánea se ha asociado con una mayor incidencia o severidad de diversas dermatosis inflamatorias:

  • Dermatitis atópica (DA): reducción de Staphylococcus epidermidis protector y proliferación de Staphylococcus aureus, que induce IL-4 e IL-13.
  • Acné vulgar: sobrecrecimiento de ciertas cepas proinflamatorias de Cutibacterium acnes.
  • Psoriasis: disminución de microbiota protectora en áreas afectadas, con aumento de Streptococcus spp. y disfunción de la inmunidad innata.
  • Rosácea: asociación con Demodex folliculorum y disbiosis bacteriana perifolicular.

La disbiosis puede amplificar la inflamación a través de mecanismos como:

  • Activación del inflamasoma (NLRP3).
  • Sobreexpresión de TLR-2 y TLR-4.
  • Reducción de defensinas antimicrobianas naturales.
  • Liberación sostenida de citoquinas proinflamatorias (IL-1β, TNF-α).

3. Probióticos tópicos: restauración microbiana in situ

Los probióticos tópicos buscan recolonizar la piel con cepas beneficiosas o restablecer el equilibrio microbiano.

3.1 Evidencia en dermatitis atópica

Estudios piloto con Staphylococcus hominis A9 y Staphylococcus epidermidis modificado han sugerido:

  • Disminución en la colonización por S. aureus.
  • Mejoría clínica en DA leve a moderada.
  • Estimulación de defensinas endógenas.

Aunque los resultados son alentadores, los estudios son pequeños, de corta duración y requieren replicación en ensayos controlados más amplios.

3.2 Aplicaciones en acné

Cepas como Lactobacillus plantarum y Streptococcus salivarius aplicadas tópicamente han mostrado:

  • Inhibición parcial del sobrecrecimiento de C. acnes.
  • Regulación del pH cutáneo y la secreción sebácea.
  • Disminución de lesiones inflamatorias, con perfil de seguridad favorable.

Sin embargo, la evidencia sigue siendo preliminar y no permite recomendaciones estandarizadas.

3.3 Limitaciones actuales

  • Viabilidad bacteriana dependiente del vehículo.
  • Necesidad de refrigeración en algunas formulaciones.
  • Ausencia de regulaciones claras que los respalden como terapias médicas.

4. Probióticos orales: modulación del eje intestino–piel

Existe creciente interés en el eje intestino–piel, aunque la evidencia clínica es heterogénea y mayormente preliminar.

4.1 Beneficios en dermatitis atópica

Algunos ensayos con Lactobacillus rhamnosus GG, Bifidobacterium lactis y Lactobacillus casei han mostrado reducción en la severidad del SCORAD, pero los resultados son inconsistentes y dependen de múltiples variables (cepa, dosis, duración, edad del paciente). Aún no hay consenso sobre su eficacia clínica.

4.2 Aplicaciones en rosácea y acné

Datos iniciales sugieren una posible reducción de eritema y lesiones inflamatorias, así como modulación del eje HPA en casos asociados a estrés. No obstante, se requieren estudios más robustos para confirmar estos efectos.


5. Postbióticos y simbióticos: nueva frontera terapéutica

5.1 ¿Qué son los postbióticos?

Metabolitos derivados de probióticos (ácidos grasos de cadena corta, bacteriocinas, lisados) con propiedades potencialmente:

  • Anti-inflamatorias.
  • Inmunomoduladoras.
  • Reparadoras de la barrera.

5.2 Desarrollo de simbióticos

Combinan prebióticos y probióticos para favorecer recolonización beneficiosa. Ejemplos experimentales:

  • Inulina + Lactobacillus reuteri en DA.
  • Ácido láctico + Bifidobacterium breve en cremas para acné.

Estos productos siguen en etapas preliminares de investigación.

6. Perspectivas clínicas: cuándo considerar terapia basada en microbioma

Los candidatos más plausibles serían:

  • DA recurrente o corticorresistente.
  • Acné inflamatorio leve-moderado en quienes rechazan antibióticos.
  • Rosácea con intolerancia a metronidazol.
  • Psoriasis leve como terapia coadyuvante.

Sin embargo, no existen guías formales que recomienden probióticos como estándar de tratamiento.

7. Consideraciones regulatorias y seguridad

  • Los probióticos tópicos no están regulados como medicamentos en la mayoría de países, sino como cosméticos.
  • Es fundamental asegurar la estabilidad y viabilidad de las cepas en formulaciones.
  • Hasta ahora, no se han documentado efectos adversos graves con el uso de probióticos tópicos u orales en dermatología, aunque deben evitarse en pacientes inmunocomprometidos graves.

8. Retos y futuro en investigación

  • Identificación precisa de cepas específicas con función terapéutica directa.
  • Establecimiento de biomarcadores microbianos para seguimiento clínico.
  • Desarrollo de ensayos clínicos multicéntricos y controlados.
  • Regulación clara de productos dermatológicos probióticos con respaldo científico.

Conclusión:

El microbioma cutáneo es un actor central en la homeostasis de la piel y en la fisiopatología de múltiples enfermedades inflamatorias. Las estrategias terapéuticas basadas en probióticos, postbióticos y simbióticos emergen como alternativas seguras y prometedoras, con el potencial de revolucionar la forma en que abordamos la inflamación dermatológica sin recurrir a antibióticos ni inmunosupresores.

Referencias

Dreno, B., Araviiskaia, E., Berardesca, E., Gontijo, G., Sanchez Viera, M., Xiang, L. F., & Martin, R. (2024). Microbiome-based strategies in dermatology: Clinical perspectives and therapeutic challenges. Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology, 38(4), 621–632. https://doi.org/10.1111/jdv.19234

Prescott, S. L., & Björkstén, B. (2022). Probiotics for skin health: The emerging role of the gut-skin axis. Clinical Reviews in Allergy & Immunology, 63(1), 86–95. https://doi.org/10.1007/s12016-022-08888-1Knackstedt, R., Knackstedt, T., & Gatherwright, J. (2020). The role of topical probiotics in skin conditions: A systematic review of animal and human studies and implications for future therapies. Journal of Drugs in Dermatology, 19(12), 1185–1190. https://jddonline.com/articles/dermatology/S1545961620P1185X

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