Dermatitis atópica moderada a severa: Nuevos moduladores inmunológicos en fase clínica
Conoce los avances terapéuticos en dermatitis atópica . Descubre el papel de lebrikizumab y nemolizumab en el tratamiento con menor impacto antibiótico

DERMATOLOGÍA
Dermatitis atópica moderada a severa: Nuevos moduladores inmunológicos en fase clínica
La dermatitis atópica (DA) representa un desafío clínico complejo, especialmente en pacientes con formas moderadas a severas que no responden adecuadamente a tratamientos convencionales. En 2025, nuevos agentes biológicos como lebrikizumab y nemolizumab se perfilan como alternativas eficaces, con perfiles de seguridad prometedores. Esta revisión presenta el estado actual de estos fármacos en fase avanzada de desarrollo y su integración en la práctica clínica.
Panorama general de la dermatitis atópica: necesidad de nuevos enfoques terapéuticos
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a entre el 10-20% de los niños y hasta el 10% de los adultos a nivel mundial. Su fisiopatología involucra alteraciones en la barrera cutánea, disfunción inmunitaria y hipersensibilidad ambiental. En casos moderados o severos, la enfermedad impacta significativamente la calidad de vida y suele requerir tratamiento sistémico. Aunque dupilumab ha sido un avance significativo, no todos los pacientes logran remisión completa, lo que ha impulsado la búsqueda de nuevas alternativas terapéuticas.
Lebrikizumab: inhibidor de IL-13 con alto grado de especificidad
Mecanismo de acción:
Lebrikizumab es un anticuerpo monoclonal que se une con alta afinidad a la interleucina 13 (IL-13), una citocina clave en la cascada inflamatoria de la DA. Actúa directamente sobre IL-13, reduciendo la inflamación y restaurando la función barrera de la piel.
Resultados clínicos:
En los ensayos ADvocate 1 y ADvocate 2, lebrikizumab demostró mejoras significativas en el Eczema Area and Severity Index (EASI-75) y en el prurito desde la semana 4. Un 70% de los pacientes alcanzaron respuesta clínica sostenida a las 16 semanas, con buena tolerancia.
Seguridad:
Los efectos adversos más comunes fueron reacciones en el sitio de inyección y conjuntivitis leve, sin infecciones graves ni reacciones de hipersensibilidad severas.
Nemolizumab: antagonismo del receptor IL-31Rα para el control del prurito
Mecanismo de acción:
Nemolizumab es un anticuerpo monoclonal que bloquea el receptor IL-31Rα, principal responsable de la señalización del prurito en dermatitis atópica. Esta molécula tiene un potente efecto antipruriginoso, controlando el prurito intenso y mejorando la calidad del sueño de los pacientes.
Ensayos clínicos y eficacia:
En los estudios fase III, nemolizumab logró una reducción rápida del prurito desde la semana 2, manteniéndose hasta las 24 semanas. Además, mejoró marcadores objetivos de inflamación y calidad del sueño, con un perfil de seguridad favorable.
Comparación con terapias existentes y lugar en el algoritmo terapéutico
Las nuevas opciones terapéuticas presentan características diferenciadoras importantes:
- Dupilumab bloquea tanto IL-4 como IL-13, con gran experiencia clínica.
- Lebrikizumab se enfoca en IL-13 específicamente, con menor incidencia de efectos adversos oculares.
- Nemolizumab ofrece una respuesta rápida al prurito, ideal para casos refractarios con un perfil de seguridad favorable.
Consideraciones clínicas: selección del paciente y biomarcadores
La elección de terapia debe considerar:
- Nivel de severidad clínica (EASI, SCORAD).
- Intensidad del prurito.
- Comorbilidades oftálmicas.
- Historial de respuesta a tratamientos previos.
- Preferencias del paciente respecto a la frecuencia y forma de administración.
Implicaciones futuras en la práctica clínica
Los nuevos inmunomoduladores tienen el potencial de reemplazar progresivamente el uso de corticosteroides sistémicos y inmunosupresores inespecíficos. También ofrecen alternativas eficaces en pacientes no respondedores a dupilumab, mejorando la calidad de vida al controlar el prurito de forma rápida y sostenida.
Lebrikizumab y nemolizumab representan avances terapéuticos importantes en el tratamiento de la dermatitis atópica moderada a severa. Con mecanismos de acción específicos y perfiles de seguridad favorables, estos agentes ofrecen nuevas opciones para el control de la inflamación y el prurito, proporcionando un enfoque más eficaz y seguro en la dermatología moderna.
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